sábado, 26 de diciembre de 2009

Mendicidad (II)

Se llama José, sus pies descalzos están muy sucios, hace días no se baña, hace días no va a su casa.
Se llama Eliana, hace tiempo no ve a sus padres. Vive con sus hermanos en la calle y pide monedas en el semáforo.
"Joven Mendigo" de Bartolomé Esteban Murillo (Óleo sobre lienzo, 1650)Se llama Hernán, tiene siete años, junto a su hermano y su primo viven hace años fuera de casa, limpia vidrios, pide monedas y come gracias a la caridad de las personas que entran y salen de la estación de servicio donde normalmente está ubicado. Los albergues en que suele refugiarse no se abren todos los días.
No los conozco pero los veo y los escucho. Suelo desearles suerte con la mirada.
No acostumbro a darles monedas, por más difícil que me resulte, es mi forma de colaborar con ellos.
«Hay otras formas de ayudar» reza el slogan de la campaña del ente estatal encargado de asistir a los niños en situación de calle.
Campaña de sensibilización (www.lasalle.es)
La campaña busca la sensibilización de las personas para que no sigan dando limosna, sino que se solidaricen apoyando la labor de esta secretaría, de los comedores y albergues infantiles.
Desde hace casi treinta años, la mendicidad se sigue multiplicando cada año y el futuro no parece ser muy distinto.
Depende más de nosotros de lo que podemos pensar.
Hay sólo un paso entre mendigar y robar. Hay sólo un paso más entre dar limosna y ayudar.
Hoy les deseo un futuro diferente y no les doy la moneda que me sobra. Siempre estoy seguro de que podemos hacer algo más.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario