miércoles, 15 de enero de 2014

Los 10 mejores discos del 2013

  1. Queens of the stone age - ...Like Clockwork

Josh Homme y sus amigos volvieron después de seis años y de qué manera. "...Like Clockwork" no es un simple conjunto de canciones, es un álbum casi coceptual, con invitados de la talla de Alex Turner, el recurrente Dave Grohl, Jake Shears (Scissor Sisters), Trent Reznor (NIN) y hasta Elton John. El disco en sí suena al tránsito lento dentro de las distintas fases de una pesadilla, con pasajes densos y oscuros, trágicos y melancólicos o cambiantes y coloridos. “…Like Clockwork” es álbum bien rockero, pero no de un rock simple y duro, es un rock complejo y con múltiples matices que fluyen y te transportan a los distintos lugares del disco y te termina envolviendo en ese manto, en ese sonido potente y febril. Por todo esto, es el disco del año.

Recomendado ver el cortometraje animado que une varias de sus canciones en 15 minutos y nos transporta al universo audiovisual del álbum.



  2. Black Sabbath - 13


No hay mucho que decir, es Black Sabbath. De vuelta a la formación original, con Ozzy a la cabeza, Tommy Iommi en la guitarra y Geezer Butler en el bajo (el baterista original Bill Ward decidió no participar del proyecto). El álbum tiene 8 temas (más 3 bonus tracks en la edición especial) y fue producido por el gran Rick Rubin.




  3. Paul McCartney - New

La primera sensación al escuchar lo nuevo de el ex-Beatle sea tal vez extrañeza. El álbum arranca con "Save Us", una canción a modo synthpop, que a más de uno le habrá hecho preguntarse "¿Qué estás haciendo, McCartney?". Pero a medida que el disco avanza uno va tomándole la mano y disfrutando del sonido. New, como su nombre ya lo anticipa, es un disco fresco y actual. Es un álbum muy bien logrado, donde Paul trabajó con 4 productores en total, entre ellos Giles Martin (hijo del mismísimo George Martin, exproductor de los Beatles y considerado por muchos el 5.º integrante). 

Convengamos algo, a sus 71 años Paul ya no tiene necesidad de demostrar nada a nadie, ni de buscar posicionarse en las listas. Es un disco arriesgado, donde Paul se aventura a explorar los sonidos modernos, pero sin dejar atrás su sonido propio y el resultado es un revitalizado álbum, que muy probablemente, en algunos años los críticos lo incluyan entre los mejores de su etapa solista. 





  4. Arctic Monkeys - AM


"AM" es algo así como el término medio entre el sonido de los dos primeros discos y los dos últimos. Este es el álbum que sitúa a la banda británica en el lugar que ellos creen que deberían estar, y es que a estas alturas Arctic Monkeys es una banda consolidada dentro de la industria y con este disco nos muestran que disfrutan de eso. 



  5. Pearl Jam - Lightning Bolt


Otro de los regresos esperados. El álbum empieza como un estruendo, quizá haciendo juego con el nombre del disco, descargando toda la distorsión de las guitarras, la batería y la potencia de la voz. Pero luego de la tormenta llega la calma, e incluso después, la desolación, y eso es lo que pasa con "Lightning Bolt", a medida que avanza se va alejando cada vez más del sonido clásico de la banda y se acerca más a los trabajos solistas de Vedder (incluso reversionan un tema del muy buen álbum "Ukulele songs"). Si algo podemos criticar al disco es la falta de consistencia y equilibrio en el resultado final, pero de ninguna manera eso le resta calidad al material. La Rolling Stone calificó al disco como "el sonido de la ira y la depresión desesperada", creo que es la mejor descripción de "Lightning Bolt"



  6. Daft Punk - Random Access Memories


Creadores del mayor éxito del año a nivel comercial ("Get Lucky"), es bueno mencionar que este álbum no es solo eso. Una cantidad de invitados especiales de primer nivel hacen de este trabajo un gran material que no se limita a la música electrónica sino que explora los sonidos de la música disco y funk de los 70 y 80, redondeando un trabajo excepcional. 




  7. Arcade Fire - Reflektor


Quizá uno de los discos más esperados del año. Los que siguen a la banda canadiense desde "Funeral" (2004), "Neon Bible" (2007) y el discazo que fue "The Suburbs" (2010) se habrán sentido decepcionados en un primer momento, en "Reflektor" hay un cambio en el sonido de la banda, pero de a poco esa decepción va quedando atrás desplazado por la intensidad de las canciones del álbum y la casi perfecta combinación de los sonidos que ya conocíamos con el nuevo aire. Arcade Fire es una de las grandes bandas de la década, no es casual que David Bowie haya colaborado en una canción. "Reflektor" traza una nueva línea en la carrera de la banda y nos deja expectantes de cómo continuarán en el siguiente disco.



  8. Depeche Mode - Delta Machine


Lo nuevo de Depeche Mode tal vez no alcance la magia de discos anteriores. "Delta Machine" es un álbum envolvente y especial, al que no le faltan hits.




  9. Bosnian Rainbows - Bosnian Rainbows


Una de las peores noticias del año habrá sido la disolución de The Mars Volta, y cuando apenas estábamos digiriendo la información, apareció Bosnian Rainbows.  Si bien Omar Rodríguez-López ya nos tiene acostumbrados a los frecuentes lanzamientos con sus proyectos paralelos, donde experimenta sonidos, casi siempre acompañado de diferentes músicos, el resultado de este nuevo trabajo fue más que satisfactorio. En esta oportunidad se juntó con Deantoni Parks (último baterista de The Mars Volta), Teri Gender (vocalista de la banda mexicana Le Butcherettes) y Nicci Kasper en los teclados. Bosnian Rainbows sorprendió y es quizá una de las revelaciones del año. Suena alternivo, post-punk, por momentos, psicodelia y el toque experimental característico.





  10. Babasónicos - Romantisísmico


Es el disco latino del año. Babasónicos sabe lo que hace y lo hace cada vez mejor; sin necesidad de modificar demasiado su fórmula, suenan renovados. Luego del gran álbum que fue "Anoche" (2005), y tras dos materiales regulares con buenas canciones pero sin convencer del todo, este año nos volvieron a traer un disco sin desperdicios. "Romantisísmico" suena pop, suena disco y suena rock, suena a Babásonicos, al sonido que supieron desarrollar en su ya larga trayectoria. 




viernes, 3 de enero de 2014

El indomable perro negro (O la redención y el arte por el harte)

«No es reedición, es redención.
Ponte de pie, hombre ilusión».
(Divididos – Amapola del ’66)

Mucho tiempo después frente al pelotón de fusilamiento yo habría de empezar a contar una historia parecida a esta. Donde la necesidad de relatar se convierta en algo vital, y las palabras se muevan y fluyan con tanta agresividad que traigan a la memoria, casi por arrebato, a aquel indomable perro negro de esos sueños recurrentes.
Obra de Joan Miró
Tal vez escribir sea eso. Quedar despierto de madrugada mordido por ese indomable perro. Y escribir de rabia, con dolor. Pero sin temor a nada más, nada peor podría estar por ocurrir.
De repente parece que la imaginación no tiene límites, es cuando uno cree en la existencia de un ser omnisciente y omnipotente, y en ese preciso momento uno cae en cuenta de que uno mismo lo es –ya lo decía Huidobro: “El poeta es un pequeño dios”.
A veces es necesario apagar todas las luces y redescubrir cada movimiento, cada momento. O escuchar esos acordes que inspiran. Sentir lo indescriptible. Añorar.
Y volver a pensar que este mundo absurdo tal vez no sea para nosotros o nosotros tal vez no seamos lo suficientemente absurdos para este mundo.
Como si todos fueran a tener razón y a estar equivocados a la vez. Como si esas anécdotas de la triste y recóndita selva hayan vuelto, eso sí, un poco más resignadas y deforestadas seguramente.
Como esa sensación de volver a empezar pero sin que nunca nada haya empezado ni terminado realmente.
Es como dar dos pasos adelante para dar otros dos hacia atrás. Pero después de todo respirar.