viernes, 5 de octubre de 2018

Metamorfosis etcétera

                      I

Arrancar mis cáscaras de cobre
disecar los espejos trasnochados
que desvelan mis monstruos encerrados

el silencio que muerde nuestras heridas
rearma esos pedazos de luna llena
arrastrando y agitando la marea

mareado 
    sudando a ratos                     
          a gritos
dejándome caer al abismo
de tu noche dormida

habitante del caos de tus zonas erógenas
de las oscuridades que nos siembran
los breves momentos de claridad

                      II

yo soy el delirante vértigo
promiscuo de las flores

y acá estoy
bailando con tus sombras

mi oscuridad habla contigo
y deja caer la última risotada:
mi piel muerta transfigura

                      III

no quiero quedarme con ese último recuerdo
mi paisaje ebrio y tu desnuda tibieza
quiero vaciar de significados el hambre de mis manos

el latido de tu garganta
es la voz del colibrí que despierta
la primera estrella del día

la gravedad de las flores violetas
que bailan sobre tu pecho
y me convierten en tallo seco al sentirme acariciado

           IV

amputé mis brazos
para verte libre
de abrazar otros abrazos

no aprendí nada sobre las distancias
ni el tratado de los afectos
elegí la libertad del impulso

no habrá abrazos de nubes
sin tormentas que nos ahoguen
ni besos que barran llantos

y en la agonía
la barricada del placer
la metamorfosis etcétera.

"The metamorphosis" de Nguyen Dinh Dang (oil in canvas, 2008)

domingo, 5 de agosto de 2018

Nacimiento

Deconstruí el arte de domar pájaros
fui esculpiendo el vapor de la desdicha
hasta desangrar el fuego que nos habita
desperté esta noche rodando sobre mi cuerpo
para sembrar camelias de luna en tu nombre

hablo de una llama incórporea
una pantalla que engulló nuestros ojos
y escribió sin prisa un pentagrama borroso
inundado de una ciudad cautiva
de luces apagadas de espaldas a su espejo

cientos de fantasmas en una emboscada
gritaron enfurecidos el entierro de una patria
la paz del silencio desbordada
de la ceremonia del sol
al indio expulso

hay una Asunción que se pasea en tu piel
que vive un destierro en tu pecho
un encierro en las lágrimas que esconden
un cadáver dormido en tus brazos
perfumado de naranja amarga

un lugar donde crece la mandioca
y se cuece el veneno de sus máscaras
donde se alimentan mis manos
y el maíz se muestra al sol
y tus pisadas hacen miel las tristezas futuras

errabundo florido de lapachos
quiero desclavar de tus pupilas
esa mirada de ocaso
cantarte una alborada
que riegue de pétalos tu árida nostalgia

del techaga'u de la espesura del abrazo
a la honda languidez del páramo
me siento hijo del palpitar del río
de la guitarra vieja que hurtó la noche
y sus cordajes que desatan soles en los inviernos

la desazón de los implacables
que beben la leche del éxtasis gris
ahora duerme en el clandestino cuarto
que abrazó en las sombras tu figura
y se perdió en la herida que todavía sangra

vuelvo a conversar con los dioses
a parir tu perfecta lengua
y pregonar la inexorable fiesta
del nacimiento de una flor
en el filo de una piedra.

lunes, 18 de junio de 2018

Curuvicas

He vivido en fragmentos

minúsculos ante la llama

tímidos ante el crepúsculo del invierno

el desaliento era, más que pena atorada,

un lenguaje dominante



Atascado en el suburbio de la metralla

mi caminar en reversa

rimaba el desorden y el misterio

mis huesos resplandecían

encendidos de un sabor amargo



La vida en su verdad silenciosa

diapasón del dolor

descargaba la toxicidad

de todos mis fracasos

agazapándose hambrienta



Y otra curuvica de agonía

en humilde decadencia

fantasmaba mezquindades

saboteando la libertad

de ser naufragio ruina despojo



Pedazos de miseria cabalgando

miles de rostros míos

repetidos hasta el hastío

olvidando quién soy

si pasatiempo o pesadilla

de otra pequeña edad oscura.


miércoles, 16 de mayo de 2018

Poeta voyeur

De todo ese rostro dormido
lo que me gusta es el vacío en que me pierdo
esa dulce credulidad de la siesta
una alborada a destiempo
así me siento
como un Batman pobre volando bajo esta ciudad gótica

La poesía sigue inagotable en los meandros
persigue liebres en los tape po'i y requiebres del ñe'ê
¿acaso la credulidad no es otro defecto más de los mortales?
¿acaso la poesía no es ese suspiro de los muertos?
un boom un bang un flash
un telúrico péndulo
ahí donde me pierdo
como un loco viejo bailando blues
solo en la terminal de la vida
libre libre en el clímax de la historia

Y vos parada en la esquina esperando el destino incierto del tambo
otro viernes atorado en la efervescencia y la melancoholía
pensando el desenlace del cuento urbano
que siempre termina con un príncipe hovy atrapado entre muros
atacado por los perros que ladran a la luna 

Construyendo casitas en el aire
con las manos con el agua
serpenteando en el barro
bebiendo otro diluvio
un pantano ciego que se desliza
en el preámbulo de la cosmogonía
el yvyra donde fluye
la palabra-alma

Entonces cabe la poesía
-se inventa-
como delito encubierto
como un desvestido hacker del futuro
como mirada de reojo o guiño de taxista desvelado
como poeta voyeur de la selva desierta

Hay vates que viven en/al pedo
para ellos la poesía es una eterna serendipia
     un destino
          un accidente
               una recaída

Para todos los demás
-me incluyo, me inhalo-
no hay ninguna definición
solo un alharido tenue en las fiestas
una patria que me escupe
y me olvida

miércoles, 9 de mayo de 2018

Arrebol

Sangrando flores amarillas en medio de la lluvia
mirándome caer
ante las mil caras de la noche
que ríen y roen mi cuerpo
al verme desfallecer

Perecer como un moscardón
dando vueltas / en círculos
desequilibrado / ciego
respirando sin respirar

Sueño insomnio nervioso
ñahatî del equinoccio
dragonfly que arde en la memoria
caballito del diablo
que consume insolente
hasta el último trago

Pensando en las texturas 
dentro tuyo / nadando
en tus flores desnudas
en tu lengua desatada 
clepsidra de tus piernas

Arrebol de otoño
hegemonía de madreselvas
madre de los placeres imaginados
selva gris que captura tu sombra

Una orgía desopilante
de páginas en blanco
sutiles como soledades 
mosaico de nubes rojas
hemorragia desierta

Sembrando el pánico de tus ojos dormidos
un beso ebrio como último recuerdo
tan subversivo cual indómita luz
hecha carne en vos
subverso en la insana medianoche
que habita tu piel arrebolada


miércoles, 28 de marzo de 2018

Muy under

Sonambulista del sur
amante del dolor pasajero
respirando el smog de tu pelo
ese perfume de yerba y cebada
que alimenta mi fiebre

Tu caníbal respirar 
la metamorfosis de mi jopara
tu piel en mi piel
nuestras lenguas entremezcladas
sutilmente
promiscuas
sembrando una semilla
del más caliente amor subtropical

Una tragedia paragua'u
una comedia poro'u
filmada en hachedé
viralizada como peste juguetona
en el oleaje del mar ka'uguayo

Otro venusiano disparate
un puretón salvaje a las seis
una mirada ñembota
elevando la pelvis 
al ritmo freaky
y de nuevo en la noche
suplicando ternura
temblando 
arrastrando las palabras
sin saber qué decir

Antropofagia
paragua-rarensis
metafísica delirante
deconstruyendo tu colonialismo
tu cool-onanismo
tu esnobismo
tu apego al modernismo
al malditismo
a todo ismo

Quién sos bufón dadaísta
que ríe de mis perversiones
bailando desnudo en el Cabaret Barrett
hablando de la vieja nueva literatura
de la nariz de Roa
del parnaso de Ita Pytâ Punta
hasta deshacerme borracho

Rezándole a un dios kamba
al diablo sa'yju
en la tierra del sol
en la tierra del mal
sin mar
en la tierra hecha sangre 
en la ceguera del poeta
herido de muerte

Soy el John Lennon del subdesarrollo
al que intentaste matar con un revólver de plástico
al que trataste de loco
de esclavo 
de mesías delirante

Sonambulista del sur
sudaca
el que se inventó otro círculo más 
en tu profundo infierno
y se internó hasta el karaku
bañándose en tierra roja
under muy under
in your skin
en las esquinas de tu boca

Me llevaste de la mano
al jardín de infantes
y me dejaste desarropado
llorándole a la nada
autista
aprendiendo a deletrear mi desgracia

Ahora soy un pasajero dormido
que sueña olvidar su nacimiento
marginal
bajo esta antigua piel sin rostro
reencarnado en vos