lunes, 17 de marzo de 2014

La luna tiene tu espalda

tiene tu oscuridad marcada
tu muchedumbre
la palabra silencio
suena tanto a nuestras voces
suena tanto a vos
correteando a través de la madrugada
y al vino
cuántas penas borrachas volaron
y de qué manera perfumamos
nuestros adioses
para desquitarnos y despertarnos
ya no nos quedan más
de esas mañanas desamparadas
arrepentidos de la furia
con que callamos
y embestimos
la penitencia
de apagar las flores
y arrancar esas páginas
coloreadas
con las voces de Gelman
y treparnos las veredas
para apagar las luciérnagas
que nos empuja la noche
la misma noche
que contempla nuestro viaje
a esta soledad
con que reímos