jueves, 27 de septiembre de 2012

Berta Rojas y Paquito D'Rivera: cuando dos maestros se juntan

¿Qué es lo que pasa cuando dos maestros de la música se unen? La respuesta la dieron la guitarrista compatriota Berta Rojas y el saxofonista y clarinetista cubano Paquito D'Rivera en la noche del miércoles en una magistral muestra de talento y calidad interpretativa.

Tras las huellas de Mangoré, es el proyecto en el que se embarcaron hace ya más de un año y que tiene como objetivo recorrer la ruta que Agustín Barrios hiciera años atrás por varios países de Latinoamérica. Pero «el principal objetivo es hacer conocer la música paraguaya» confiesa Berta.

Este dúo, hoy nominado a un Grammy Latino por Mejor álbum instrumental, se inició hace cerca de dos años, cuando Berta se decidió y tomó el teléfono para invitar a Paquito a unirse a la travesía, con la humildad que la caracteriza y el temor de que este rechazara su propuesta. Sin embargo, otra fue la reacción del músico cubano. «¡Hay una guitarrista paraguaya que yo amo que se llama Berta Rojas!» le dijo emocionado Paquito cuando su esposa atendió el teléfono y se lo pasó. «Yo creo que es esa misma» le respondió la esposa; y a partir de ahí, esta sociedad empezaría a trabajar en lo que finalmente acabaría siendo el álbum Día y medio.

El concierto llevado a cabo en el Gran Teatro del Banco Central del Paraguay se inició con Choro da saudade de Agustín Barrios. A medida que avanzaba la noche, quedaba manifiesta la personalidad y se afirmaba el despliegue de los músicos, con la precisión de los acordes de la guitarra y el clarinete y el saxo, que recorrían la sala y transportaban a los lugares que Mangoré imaginara en sus composiciones.

Uno de los momentos más emotivos de la noche, el Preludio en do menor, también de Barrios. Una canción que transmite distintas emociones que se entrecruzan y recrean ese universo mangoreano tan único y cercano a pesar del tiempo y las particularidades del destino. «Este tema es un tributo de Piazzola a Mangoré, a través de Pinchi Cardozo Ocampo» expresó Paquito, comparando a Barrios con el reconocido músico argentino, Astor Piazzola, quienes sin haberse conocido, podían mezclarse a través del aire musical de la obra.
Los excepcionales arreglos de Pinchi Cardozo Ocampo, fueron resaltados más de una vez por ambos artistas, calificándolo como 'maestro de la música'.

www.bertarojas.comEl carisma de Paquito, quien alternaba el clarinete y el saxo en algunas canciones, sumado al encanto de Berta, probablemente en su mejor momento artístico, convertida hace ya tiempo en nuestra embajadora musical; pudo conjugarse con la calidez del público y concluir en una noche fantástica.

La peculiar orquesta H2O de Sonidos de la Tierra, dirigida por el maestro Luis Szarán, fue el broche de oro. Una orquesta de cuerdas, con instrumentos hechos de botellas y bidones de plástico que acompañaron London Karapé y Danza paraguaya, pusieron punto final a la noche.

Lo que Agustín Barrios no pudo presenciar en vida, lo consiguió esa noche a través de estos dos maestros de la música: una ovación de más de cinco minutos en su país en un teatro lleno. Paquito y Berta se encargaron de hacer justicia por mano propia y ubicaron a la música paraguaya, y a las composiciones de Mangoré en particular, en el sitial más alto.

«En un momento en que todo nos divide, la música nos une» señaló muy atinadamente Berta cerca del cierre, dejando en claro que ese lenguaje universal que no precisa de palabras, trasciende no solo fronteras físicas, sino también humanas.

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Publicado en ULTIMAHORA.COM