I
disecar los espejos trasnochados
que desvelan mis monstruos encerrados
el silencio que muerde nuestras heridas
rearma esos pedazos de luna llena
arrastrando y agitando la marea
mareado
sudando a ratos
a gritos
dejándome caer al abismo
de tu noche dormida
habitante del caos de tus zonas erógenas
de las oscuridades que nos siembran
los breves momentos de claridad
II
yo soy el delirante vértigo
promiscuo de las flores
y acá estoy
bailando con tus sombras
mi oscuridad habla contigo
y deja caer la última risotada:
mi piel muerta transfigura
III
III
no quiero quedarme con ese último recuerdo
mi paisaje ebrio y tu desnuda tibieza
quiero vaciar de significados el hambre de mis manos
el latido de tu garganta
es la voz del colibrí que despierta
la primera estrella del día
la gravedad de las flores violetas
que bailan sobre tu pecho
y me convierten en tallo seco al sentirme acariciado
IV
amputé mis brazos
para verte libre
de abrazar otros abrazos
no aprendí nada sobre las distancias
ni el tratado de los afectos
elegí la libertad del impulso
no habrá abrazos de nubes
sin tormentas que nos ahoguen
ni besos que barran llantos
y en la agonía
la barricada del placer
la metamorfosis etcétera.
para verte libre
de abrazar otros abrazos
no aprendí nada sobre las distancias
ni el tratado de los afectos
elegí la libertad del impulso
no habrá abrazos de nubes
sin tormentas que nos ahoguen
ni besos que barran llantos
y en la agonía
la barricada del placer
la metamorfosis etcétera.