lunes, 1 de febrero de 2010

«Ay de ti Haití, pobre de ti»


«Piense en Haití.
Ruegue por Haití».
(Caetano Veloso y Gilberto Gil - O Haití)

—¿Por qué el infortunio se enamora de países con tanta pobreza? —me preguntaban, haciendo referencia a una conocida frase de un escritor compatriota.

Pensar en esa frase es pensar en Paraguay.

Pensar en esa frase es pensar en Paraguay e inmediatamente en Haití.

Haití, conocido en el mundo por ser el país más pobre del continente y por sus malos gobernantes. Con una cultura cargada de elementos mágicos y sobrenaturales y una particular historia llena de huracanes, inundaciones, dictaduras militares y sobre todo infortunio.

Haití fue el primer país de América Latina en independizarse. En 1804, cientos de esclavos negros se alzaron contra la dominación francesa, la opresión y el racismo. Este hecho es considerado un importante precedente para la abolición del sistema de esclavitud y por ello, desde un principio, un ‘mal ejemplo’ para el resto.

Viendo números, Haití tiene una base étnica poblacional de un 95% de habitantes originarios del África subsahariana, donde casi el 80% de la población vive en la pobreza y el 54% en la extrema pobreza. Así también, el 80% de los haitianos mejor instruidos han abandonado el país.

Pero la historia de Haití va un poco más allá de los huracanes, las inundaciones, las dictaduras militares, la emigración, la pobreza y los malos gobernantes.

A partir de su independencia Haití se convirtió en fuente de riqueza para Europa y el mundo, y a cambio, Europa y el mundo le han generado pobreza y miseria.

Así, en el año 2004, "determinando que la situación en Haití constituía una amenaza a la paz y la seguridad en la región", las Naciones Unidas creó la Misión de las Naciones Unidas para la Estabilización de Haití (Minustah), una ocupación militar disfrazada de ayuda humanitaria.

Hoy, los ojos vuelven a estar puestos en Haití

Un sismo de enorme magnitud ha dejado por los suelos lo poco que permanecía de pie. Y por si aún algo subsistía, una semana después, una fuerte réplica terminó de sepultar la ciudad.

La tierra tembló de horror al ver lo que en ella ocurría.

Si esto es así y la mano del hombre no estuvo presente, como algunos aseguran, ante la evidente intención de algunos estados por experimentar con armas climáticas. 

Actualmente en Haití se vive un clima de guerra e indigencia. El gris polvo se adueñó del cielo de Puerto Príncipe, los improvisados hospitales están abarrotados y en las calles miles de personas esperan esa ayuda que parece no llegar.

Confusión, saqueos, violencia, personas sin distinción de edad prefieren morir arriesgando su vida antes que morir de hambre.

Las cárceles se han derrumbado y están vacías, más de cinco mil presos ahora gozan de esa añorada libertad pero en condiciones nunca imaginadas.

Injusticia, xenofobia, corrupción, impunidad, pobreza, son todas causa y efecto de un mismo conflicto, en una nación que permanece en agonía.

En Haití, hoy gobierna el desgobierno, el desgobierno y los militares norteamericanos, que cada día son más.

Tal vez lo peor ya pasó, tal vez no.

2 comentarios:

  1. Y que hay de esos rumanos que llegaron con ayuda humanitaria a Tahití en vez de Haití, esos rumones, están más perdidos. Suerte.

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  2. Basurero Usurero: Cuando escuché esa noticia me pregunté: ¿Será que descubrieron un nuevo continente sin saberlo, así como lo hizo Colón? Pero evidentemente no.
    Un saludo, gracias por la visita!

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